miércoles, 23 de octubre de 2019

El Modelo de creatividad de Csikszentmihalyi

Tradicionalmente, las teorías sobre creatividad se han centrado únicamente en la persona. Csikszentmihalyi plantea que tratar a la creatividad exclusivamente como un proceso mental no hace justicia al fenómeno, que es tanto social y cultural, como psicológico.


La creatividad es el resultado de la interacción de un sistema compuesto por tres elementos: una cultura que contiene reglas simbólicas, una persona que aporta novedad al campo simbólico, y un ámbito de expertos que reconocen y validan la innovación. Los tres subsistemas son necesarios para que tenga lugar una idea, producto o descubrimiento creativo.

La creatividad no es el producto de individuos aislados sino de sistemas sociales emitiendo juicios sobre productos individuales. Por lo que, la creatividad es cualquier acto, idea o producto que cambia un dominio ya existente, o lo transforma en uno nuevo. Y ese dominio no puede ser modificado sin el consentimiento explícito o implícito del ámbito responsable de él.

Posiblemente,  el gran aporte de Csikszentmihalyi es el relativo al papel del ámbito y la existencia de los “guardianes” como algo que viene a desromantizar la visión sobre la creatividad dándole un anclaje real, resaltando el papel de las instituciones, las jerarquías y las validaciones locales e históricas, inclusive el papel de los intereses.
El modelo de sistemas de Csikszentmihalyi constituye un gran aporte al dominio científico de la creatividad dado que incluye dimensiones extra personales a las que pone en interacción con elementos históricos, culturales, institucionales, sociales, económicos y psicológicos.

El brainstorming de Alex Osborn


Brainstorming o Tormenta de ideas es un método creativo que propicia la creación creativa en grupo en un ambiente relajado.

Surgió al percatarse Osborn, en 1938, de que se producían mejores ideas en por medio del trabajo grupal no estructurado, donde todos podían hacer sugerencias en cualquier momento, que con el trabajo individual.

El mayor principio del Brainstorming es que todo vale. Cualquier propuesta, por disparatada que sea, tiene validez en un primer momento.


Para llevar a cabo una sesión fructífera de Brainstorming es necesario plantear una pregunta lo suficientemente clara y concreta para que se pueda dar vueltas en torno a ella con total libertad. Es favorable la presencia de un guia que haga participar a todo el mundo y registre todas las ideas vertidas en la sesión, sin juzgarlas. Resulta aconsejable que el grupo de personas oscile entre 8 y 12 y que éste sea un grupo heterogéneo.

Se deberá imponer un tiempo límite a fin de que las ideas no se vicien o se dispersen más de la cuenta (aproximadamente 25 minutos); pero más importante que el tiempo es el número de ideas que se obtengan: nunca deberíamos contentarnos con menos de cincuenta y si llegamos a la centena mejor que mejor.

Una vez transcurrido este tiempo, se seleccionarán las cinco ideas que más gusten y se establecerán los criterios con los que éstas habrán de ser juzgadas. Esto quiere decir que nos plantearemos cosas como si cubre nuestras expectativas, nos resulta rentable, podemos desarrollarlo en un tiempo determinado... Con estos criterios definidos, habremos de puntuar con valores entre 0 y 5 cómo se adaptan las ideas seleccionadas a nuestros criterios.

Finalmente, la idea que mejor puntúe será aquella que más haya gustado y mejor se adapte a nuestras posibilidades; por ello será la mejor solución a nuestro problema. Y esto es, en definitiva, el Brainstorming.

Pensamiento lateral de Edward Bono

La aplicación del pensamiento lateral es un método de enfoque para resolver los problemas desde distintos puntos de vista distanciándonos de las pautas de pensamiento lógicas/directas más habituales, y permitiéndonos así encontrar  nuevos caminos de respuesta a las situaciones o desafíos ya planteados.

El término pensamiento lateral fue propuesto para representar todos esos caminos alternativos que no estamos acostumbrados a usar. Es un sistema de pensamiento definido por Edward de Bono en 1969 (Universidad de Oxford), para resolución de problemas, que fue considerado como método creativo porque de él se derivan varias técnicas asociadas tales como: Los seis sombreros para pensar, la pausa creativa, el foco, el cuestionamiento, el abanico de conceptos, la aportación del azar o la provocación.

De Bono señala que el pensamiento tiene una primera fase de percepción y una segunda de procesamiento en la que se elaboran y tratan las primeras percepciones. Las percepciones generan varias pautas en nuestro pensamiento siguiendo un sistema lógico. Bono propone general saltos conceptuales para romper esta lógica de las pautas perceptivas, propias del ser humano. De este modo la percepción se verá modificada y podrá generar soluciones nuevas y diferentes.
El pensamiento lateral se opone radicalmente al pensamiento vertical o lógico.  El pensamiento vertical es muy determinista y selectivo, ya que parte únicamente de los conceptos o de las ideas lógicas. Se mueve sólo si hay una dirección o una pauta pre-establecida en la que moverse. En realidad, es un tipo de pensamiento analítico que se basa en la secuencia de ideas más lógicas.

Por el contrario, el pensamiento lateral pretende encontrar conclusiones sorprendentes y alternativas,  aunque desde la efectividad pragmática de la resolución del problema, evitando así pasar por todas las secuencias lógicas más habituales. Por ello, se le considera más provocativo y generador de ideas nuevas o diferentes al no responder a un pensamiento lineal, ni secuencial, ni lógico. Estas características obligan a cuestionarse las premisas conocidas. Se origina en una dinámica de la continua creación de ideas. Genera cascadas de ideas que se fundamentan en la movilidad del proceso creativo estándar.  El pensamiento lateral provoca cambios de ideas mediante la reordenación de las pautas clásicas establecidas.

El pensamiento creativo de acuerdo con Escuela de Guilford

La inteligencia es una capacidad o conjunto de ellas, que permiten nuestra adaptación, permiten gestionar nuestros recursos mentales de manera más eficiente.


Guilford, psicólogo estadounidense, sus aportaciones de inteligencia confluyen en una teoría qué supone una de las aportaciones más relevantes en lo que respecta a la concepción de la inteligencia como un conjunto de habilidades
Este modelo se basa en la consideración de la inteligencia como el proceso mediante el cual el ser humano transforma la información del medio en contenidos mentales, de manera que tiene una visión cooperativista de esta. El autor establece 3 dimensiones separadas e independientes basadas en la percepción, transformación de la información y emisión de la respuesta.
Concretamente habla de elementos de entrada o contenidos, operaciones y elementos de productos o salidas. Su modelo es pues tridimensional y suele ser representado en forma de cubo en el que las interacciones entre las grandes dimensiones se interrelacionan para formar hasta 120 factores distintos.
La primera dimensión son los contenidos entendido como aquel conjunto de informaciones y datos recabados sin que se haya realizado ningún tipo de trabajo sobre este. La segunda dimensión son los procesos u operaciones que se refieren al conjunto de procedimientos que el organismo realiza para transformar las informaciones de entrada en otras de salida, es decir, trata del procesamiento de la información de los contenidos de manera que se generen unos productos en forma de respuesta mental o física. La tercera dimensión son los productos, qué pueden entenderse como el resultado de la transformación realizada mediante las operaciones a los contenidos. hace referencia a la expresión respuesta generada y existen varios tipos de producto.
Independientemente de la teoría sea más o menos válida, la principal y más importante aportación a la concepción de la inteligencia es la incorporación del pensamiento divergente como elemento distintivo que forma parte de la inteligencia, ya que anteriormente no se consideraba que la creación de alternativas fuera indicio de inteligencia, sino que buscaba solo una alternativa como respuesta correcta. A partir de este autor se comenzó a trabajar el estudio de la creatividad como parte de la capacidad intelectual, la generación de nuevas alternativas de respuestas igualmente eficientes entre ellas o incluso mayor eficiencia que las preestablecidas.